Seguro que sabes qué es la tasa de alcoholemia pero a veces no lo tenemos del todo claro. En este apartado aclararemos algunos conceptos relacionados.
La alcoholemia es la proporción de alcohol en el organismo, es decir, en tu cuerpo. Normalmente se mide en gramos por cada litro (g/l) de sangre, haciéndote una analítica, o en miligramos por cada litro (ml/l) de aire espirado, al soplar.
Aunque dos personas beban la misma cantidad de alcohol pueden tener diferente tasa de alcoholemia. Incluso si tú bebes la misma cantidad de alcohol, en días diferentes, es muy posible que la tasa de alcoholemia sea diferente. ¿Y eso por qué? Porque hay muchos factores que influyen y hacen que en tu sangre haya más o menos alcohol. Algunos de esos factores son:
La rapidez con que bebes: cuanto más rápido bebas, antes pasa el alcohol a la sangre y en mayor cantidad.
El tipo de alcohol que bebes: ya dijimos que no es lo mismo beber una copa de ron o de whisky que una cerveza o copa de vino, porque no tienen la misma graduación. Por ejemplo, una cerveza puede tener 5º o más y un whisky puede tener 38º.
En España, hay unos límites de alcohol a la hora de conducir (en sangre y en aire espirado), que son diferentes para los conductores profesionales y noveles que para el resto de conductores. La tasa de alcoholemia permitida para los conductores noveles y profesionales es más baja que para los conductores en general porque unos todavía no tienen mucha experiencia conduciendo y otros llevan a gente o cargas peligrosas y por eso tienen que tener más cuidado.
Si quieres saber cuáles son los límites permitidos, podrás encontrarlos en la web de la Dirección General de Tráfico (DGT), dentro de seguridad vial, el apartado de normativa y legislación. www.dgt.es
Pero ¿sabes quiénes son conductores noveles y quiénes son conductores profesionales?
La ley prohíbe que conduzcas si has bebido más de lo permitido y te dice qué tipo de sanción se te pondrá. Si quieres saber más sobre las consecuencias legales y administrativas ¡entra en el apartado Sanciones! Pero lo más importante es que recuerdes que cada vez que bebes alcohol y conduces, te estás poniendo en peligro. La única tasa segura es 0’0.
Si viajas a otro país y conduces ¡ten cuidado! Cada país pone la tasa máxima de alcoholemia para conducir y en algunos países no se puede beber absolutamente nada. Por ejemplo en Hungría, República Checa o Rumanía la tasa de alcoholemia para todos los conductores es siempre CERO.
“Si he bebido menos de lo que dice la ley, ¡no existe peligro para conducir!”
FALSO: Desde que empiezas a beber, da igual que sea muy poquito y que pienses que estás bien y no notes nada diferente, el alcohol afecta a tu cuerpo y a tu cerebro (por ejemplo la percepción, la atención, los reflejos, la coordinación motora…) y eso hace que no conduzcas igual. Lo más seguro es no beber nada y así no te arriesgas, es la mejor manera de evitar tener un accidente o de que te “pille” la policía.
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