Juegos de azar y apuestas
Los juegos de azar y las apuestas son un tipo de juego competitivo. Se apuesta dinero, o algún objeto de valor parecido, y el resultado final puede ser ganar o perder.
Desde el tradicional bingo, la quiniela, lotería, juegos de casino, las máquinas tragaperras y el rasca y gana. También los juegos de cartas como el póker, black jack o el mus. Se añade el formato on line, principalmente con las apuestas deportivas, juegos de casino on line y video juegos que incorporan apuestas y azar.
Jugar, en general cualquier tipo de juego, es una forma de diversión, nos evadimos de los problemas y nos llenamos de energía
Los juegos de azar, además, aportan emoción e incertidumbre. Porque no podemos controlar el resultado, es un reto para nuestra mente intentar adivinarlo. La habilidad de la persona que juega no es lo más importante.
Ganar o perder depende de la suerte
Por ejemplo en los dados. Podemos tener mucha experiencia, haber jugado muchas veces, pero es imposible que adivinemos los números que saldrán en próxima tirada.
Para algunos juegos es necesario aprender unas normas y estrategias.
Por ejemplo los juegos de cartas como el mus o el póker. Pero la suerte en el reparto de las cartas que tocan es más importante para el resultado.
También es muy atractiva la idea de ganar dinero de una forma que parece fácil y la sensación de riesgo de poder perderlo.
Esta mezcla de sensaciones, diversión, entretenimiento, tensión y riesgo es lo que buscan principalmente las personas que practican juegos de azar y apuestas.
La apuesta es el dinero que pagamos al inicio de la jugada. La cantidad de dinero que se arriesga. Puede ser poco dinero o mucho.
Apostar poco dinero. El problema de las pequeñas apuestas está en confiarnos, dar poca importancia por ser poco dinero. Por lo que (en relación) hacemos más apuestas y pasamos más tiempo jugando.
Por ejemplo con las máquinas tragaperras. Pensamos “no es mucho dinero, si perdemos no pasa nada, son sólo unas monedas”. Al final podemos terminar echando más monedas de las que queríamos.
Apostar mucho dinero. Cuando se apuesta mucho dinero el nivel de tensión se eleva. Suele suceder en las apuestas deportivas o en partidas eliminatorias de póker. En pocas horas se puede perder mucho dinero, lo que genera pensamientos de desesperación.
Ante esta desesperación, algunas personas continúan apostado con la idea de recuperar el dinero perdido, es lo que se llama “loss-chasing”. Jugar para recuperar las pérdidas puede ser es el inicio de un problema.
Por ejemplo cuando se piden préstamos rápidos, con malas condiciones, para seguir jugando con la ilusión de tener una buena racha.
El premio, es el beneficio si se gana. Lo más habitual es perder. Pero las empresas de juego intentan difundir la idea de que ganar es fácil.
El premio no es seguro. Si fuera seguro no habría emoción. Cuando el resultado es rápido, inmediato, se genera más motivación para seguir jugando
Por ejemplo los juegos de azar como las loterías donde los resultados (ganar o perder) no son rápidos, generan menos problemas de adicción. Cuando, por ejemplo, apostamos en la ruleta, que el resultado es rápido, es raro que se haga una única apuesta, siempre se quiere apostar más.
Parece que en los juegos de azar y las apuestas el principal objetivo es ganar dinero. En realidad, no, la mayoría de las personas juegan para experimentar la excitación de la incertidumbre.
Cuando las personas experimentan un elevado nivel de tensión la capacidad de razonar y de tomar decisiones en el cerebro se reduce. Por lo que es fácil que se juegue o apuesta de más
A muchas personas estos estados de excitación les gusta, porque es una forma de desconectar de su realidad y olvidarse de las dificultades reales de su vida. Se conoce con el nombre de “la zona”, esa situación en la que la persona está jugando, sólo se puede concentrar en el juego y se desconecta del resto de su vida. Por eso, es más fácil que generen un problema o adicción al juego las personas que acumulan muchos problemas en su vida o tiene traumas antiguos sin resolver.
La clasificación más generalizada distingue dos tipos de juegos de azar y apuestas:
Juegos puramente de azar.
Son esos juegos en los que no podemos hacer nada para conocer el resultado. Todo nuestro pensamiento y reflexiones no sirven, el resultado del juego depende puramente del azar. Son el bingo, las loterías, quiniela, los dados, tragaperras, la ruleta, los rascas, etc,
Juegos de azar y habilidad.
Para practicar estos juegos hay que aprender un mecanismo, unas normas y se pueden establecer estrategias. Parece que tener experiencia y conocimientos hace que sea más fácil ganar. Es lo que se llama “ilusión de maestría”. Pero, el resultado final siempre va a estar relacionado con la suerte.
Por ejemplo en el dominó, aunque tengamos experiencia dependerá de las fichas que nos toquen en el reparto.
En una apuesta deportiva, la persona que apuesta puede ser hábil en conocer cómo funciona ese deporte, puede tener información sobre cómo evoluciona la liga o competición, conocer los equipos o deportistas que juegan, etc. Todo eso es importante para su apuesta. Pero lo que sucederá durante un partido o competición, no se puede saber realmente nunca. Dentro de este tipo de juegos estaría las apuestas, juegos de cartas tipo mus, poker o black Jack, etc.
Son locales físicos donde se juntan varios juegos. Normalmente tiene una zona de máquinas tragaperras, ruleta, dados, póker, black Jack y una sala de bingo. En España también existe salas pequeñas de bingo.
El diseño y organización de las salas de juego tiene el objetivo de que las personas pasen mucho tiempo dentro. Pretenden que se realicen apuesta de pequeñas cantidades de dinero, en juegos rápidos con resultados inmediatos, para que la persona repita las apuestas y juegue muchas veces.
No se juega con dinero directamente, se cambia por fichas y bonos. Se genera la sensación de que las fichas tienen menos valor que las monedas y billetes. Confundiendo el valor real del dinero es más fácil gastar más
Son salas oscuras y con pocas ventanas, pretenden que se pierda la noción de día y noche para que se pase más tiempo jugando.
La venta de alcohol también hace que las personas se desinhiban y jueguen más. Atraen a las personas invitando o reduciendo el precio de bebidas y comidas.
La decoración, las luces y el juego rápido, pretende genera en las personas esa sensación de estar dentro de “la zona”, un espacio donde solo existe el juego, se desconecta de la realidad y de los problemas. Para seguir fomentando el juego.
Los juegos de cartas en España tienen mucha tradición. Se empieza a jugar en espacios familiares y sociales sin apostar dinero, o con pequeñas cantidades. Esta forma de jugar no es problemática, sí puede servir de entrenamiento.
El póker es el juego de cartas que más ha crecido en número de jugadores y jugadoras. Tanto on line como presencial. Hay diferentes modos de jugar, los más comunes son el Texas Hold’em, Omaha y Seven-card stud.
Jugar requiere de estrategias y realizar cálculos matemáticos para conocer las cartas del resto de personas. Quien juega cada vez se siente con más experiencia, es la“ilusión de maestría”.
En campañas de publicidad se difunden la idea de poder ser profesional del póker, igual que un trabajo bien pagado y con mucho prestigio. Así parece que jugar está de moda.
Pero la mayoría de personas que aparecen como expertos/as en las redes, no lo son realmente, son productos de la publicidad, existiendo mucha información manipulada.
En realidad, casi nadie mantiene una vida equilibrada al tiempo que ganan dinero con los juegos de cartas. Siempre se puede perder por la suerte de las cartas. También, hay que pensar en el tiempo y dinero que puede gastarse una persona mientras adquiere esta supuesta experiencia.
Las empresas que se benefician de los juegos de azar online, han diseñado aplicaciones gratuitas donde se puede jugar al póker sin apostar ni jugar dinero. Es una forma de difundir y crear afición por el póker, generar esa ilusión de ser un buen jugador/a y después animan a jugar apostando. Estas aplicaciones tienen mucha publicidad y enlaces con las mismas plataformas donde sí se juega apostando dinero.
Son máquinas que encontramos tanto en bares, restaurantes y casinos.
Técnicamente se llaman “máquinas tipo B”, se las conoce más como tragaperras, tragamonedas o slot. Existen muchos formatos y modelos. El juego consiste en tres rodillos con imágenes. En cada jugada dan vueltas y cuando paran se produce una combinación de tres imágenes. Cuando esa combinación coindice con alguna de las combinaciones del panel de premios se gana. Si no coincide se pierde.
La máquina va a intentar captar la atención, hacer que se esté mucho tiempo jugando y que se echen muchas monedas
Para eso, sigue el sistema de pequeñas apuestas y rapidez en el resultado. Busca que la persona se centre en el juego y desconecte de la realidad, que disminuya la capacidad de reflexión y crear confusión cuando gana o pierde.
La partida es muy económica, actualmente unos 0,20 €. El máximo premio que se puede ganar suele ser de unos 500€, aproximadamente.
Tiene un botón de STOP, para que la persona sienta que tiene alguna capacidad de control, aunque realmente no tiene ningún control al ser un juego de puro azar.
Las luces de estas máquinas invitan a jugar. En los nuevos diseños los avisos luminosos son iguales si se gana o se pierde, dando una sensación de confusión o falsa ganancia.
Muchas personas con adicción al juego dicen que mientras dormían recordaban las luces de las máquinas y les despertaba el impulso de jugar.
El sistema de bonos y puntuaciones tampoco suele aclarar cuantas jugadas nos quedan, aportando más confusión.
En España existe una importante tradición de jugar a la lotería. Son loterías tanto la primitiva, la bonoloto, euromillón, la lotería nacional y el cupón de la ONCE.
Estos juegos son puramente de azar, es imposible adivinar el resultado. Cada sorteo es independiente uno de otro. Es cierto que cuantas más apuestas hagamos en la bonoloto o más cupones compremos más posibilidades hay de que nos toque. Además,
hay varios premios, lo que nos da la sensación de mayor posibilidad de ganar alto. Pero elegir los números que queremos jugar, no sigue ningún pensamiento lógico, es más una superstición.
El daño que puede causar este tipo de juego es principalmente económico. Es un problema cuando gastamos más dinero del que realmente tenemos, o del que necesitamos para otras cosas.
Estos juegos tienen menos atracción adictiva, porque el resultado no es inmediato, el juego no es rápido ni dinámico tampoco perdemos mucho tiempo jugando.
El rasca y gana, en España se vende a través de la ONCE. Es un juego de azar muy accesible, los premios ya se conocen cuando se imprimen los boletos. Se llama lotería presorteada. Es una lotería muy barata, unos 0,50 € el boleto, el resultado es inmediato cuando se rasca. Los premios son de cantidades muy bajas. No suelen generar grandes problemas de adicción. Las personas lo tienen incorporado en su rutina para jugar según las monedas que les van sobrando. Aporta un ligero nivel de tensión y emoción, lo que hace que se le considere un “juego de inicio”, significa que algunas personas buscaran esa sensación de excitación en otros juegos, quizá más adictivos.
Las “loot boxes” se traducen como “cajas botín”, son juegos de azar y apuestas que se introducen dentro de los videojuegos.
Están dentro de los video juegos y mientras se está jugando se pueden comprar. Lo que hay dentro de estos cajas es sorpresa.
Por ejemplo, puede ser un determinado poder, o habilidad para un personaje del juego, o también un elemento decorativo. Cuando compras y se abre la caja botín suele aparecer unas luces y animación, que indican que has ganado un premio. Aunque la realidad es que lo has comprado y que no has elegido el contenido.
Al principio cuando surgieron las primeras Loot Boxes, generaron mucha atracción. La adolescencia y juventud, habituales de los videojuegos, gastan mucho dinero en comprar estas cajas para avanzar en el juego, con la idea de que en la siguiente caja se encontrará lo que está buscando.
Así se incrementa el gasto económico, se juega durante más tiempo, se eleva el nivel de excitación y la sensación de desconectar de la realidad con el efecto de “la zona”
La práctica de las Loot Boxes se han considera de alto riesgo adictivo. Se han establecido normas y leyes para limitarlas dentro de los videojuegos.
Estás plataformas on line, se empezaron a utilizar principalmente para apuestas deportivas, pero también ofrecen los mismos juegos de azar que se encuentran en un casino, ruleta, slot, póker, etc.
Por lo que las personas jugadoras pueden combinar juegos y apuestas.
Existen varios factores que hace que los juegos on line sean muy atractivos para captar jugadores y jugadoras.
La facilidad y accesibilidad con la que se puede apostar o jugar, a cualquier hora del día, sin salir de casa ni desplazarse o mientras se está de camino al trabajo
- Por ejemplo
El anonimato. Es más fácil ocultarlo y jugar en solitario con mayor libertad. - El diseño y atracción visual de los juegos online.
- Los resultados inmediatos con premios o pérdidas rápidas.
- La facilidad y rapidez en la que se pueden hacer apuestas y combinarlas con otros juegos de azar.
- La flexibilidad para jugar con grandes o pequeñas cantidades.
- Para poder jugar hay que abrirse un perfil de usuario/a, con los datos personales y el número de cuenta bancario o tarjeta. Esto hace que las plataformas adapten los programas y logaritmos de premio al patrón de juego, los tiempos y las costumbres de cada usuario/a.
En España las apuestas deportivas estuvieron durante muchos años controladas por el Estado. Se jugaba principalmente a través de la quiniela deportiva (hoy quinigol) y las apuestas en las carreras de caballos.
Había personas que perdían dinero y abusaban de la actividad, pocas desarrollaban una adicción.
Muchas personas son aficionadas a seguir las competiciones deportivas, incorporar una apuesta le añade más interés y emoción.
Se puede apostar a todo tipo de competición deportiva que se esté realizando en cualquier parte del mundo, ofreciendo una gran diversidad de opciones.
Además, se apuesta por el resultado final de un partido, pero también por todo tipo de jugadas.
Por ejemplo en el fútbol, se apuesta cuántos goles se marcarán en el primer o en el segundo tiempo, si el árbitro sacará o no tarjeta amarilla o roja, etc. También se pueden realizar “apuestas en vivo”, estas apuestas comienzan cuando los partidos ya están empezados.
Las apuestas deportivas se realizan en las salas de apuestas y en las plataformas on line.
Cada vez tiene más participantes, especialmente jóvenes y adolescentes. Situación que es preocupante